En Cómplices de Sueños, uno de los servicios de mi compañía de entretenimiento que fundé desde que tomé el camino del emprendimiento, decidimos celebrarle una fiesta de quince años a María Hermelina, una mujer de 82 años, cuyo sueño era festejar su llegada a esa edad.
Cuando ella era quinceañera, las grandes dificultades y limitaciones de su familia la llevaron a pensar en esa celebración como si se tratara de un imposible.
Siete décadas después, trabajamos para que María Hermelina pudiera lucir un hermoso y colorido vestido de quince años, y festejara marchando sobre una alfombra de terciopelo, acompañada de un chambelán, mientras familiares y amigos la aplaudían.
A algunas personas esta historia les parecerá descabellada o extravagante. Se preguntan qué sentido tiene que una mujer de 82 años celebre una fiesta de quince años.
Para nosotros, la respuesta era obvia: tiene mucho sentido, porque las ideas de negocios verdaderamente exitosas no solo satisfacen a sus clientes vendiéndoles los productos o servicios que necesitan.
No. Las ideas de negocios verdaderamente exitosas, las compañías y las marcas que trascienden en el mercado y en la historia de la humanidad, van mucho más allá.
¿Cómo? Fabricando experiencias inolvidables, materializando ilusiones, diciéndoles a sus clientes: “Sueñen y cuéntennos sus sueños. Para nosotros nada es imposible”.
Un emprendedor que solo esté buscando satisfacer una necesidad y captar un nicho del mercado minimiza sus posibilidades de triunfo.
En cambio, quienes emprenden para realizar sus sueños, y por ello entienden la importancia y el poder de los sueños de los demás, ganarán clientes que los recordarán y les serán fieles durante el resto de sus vidas.
Yorumlar